En nuestros cuartos de baño o tenemos un plato de ducha o una bañera pero muchos de nosotros estamos pensando si nos vendría bien cambiar lo que tenemos puesto por la otra opción ¿qué hacemos?
Antes de nada tenemos que decirte que no existe una opción mejor que la otra, sino que influye los metros de tu cuarto de baño, tus hábitos de higiene y tus necesidades.
Bañera
Siempre que pensamos en una bañera nos viene a la menta un baño relajante para tu cuerpo y mente. Pero antes de decantarnos por esta opción deberemos tener una serie de factores en cuenta.
Las bañeras son muy decorativas y tenemos que intentar que se asemeje al estilo del resto del mobiliario pero el tamaño estará influenciado por el espacio.
Mide con sumo cuidado el espacio donde vas a colocar la bañera así podrás tener en cuenta el tamaño y la forma de la bañera (cuadradas o rendadas u ovaladas). También es importante tanto el diseño como el estilo, donde podrás elegir una bañera vintage, o moderna entre muchos estilos.
Como consejo te podemos dar si tienes un cuarto de baño pequeño decántate por una bañera rectangular para que se acople muy bien a las paredes y si es posible colócala en la pared más alejada de la puerta para dar una sensación de profundidad. Por el contrario, si tu baño es mediano o grande la bañera podrás ser de formas asimétrica en el centro o en un lateral lo cual conseguirás un estilo clásico.
Con respecto a los materiales tenemos varias opciones:
- De acero: Es la opción más económica pero tienen un tacto un poco desagradable (frío y duro).
- Acrílicas: Con esta opción podrás conseguir un tacto más cálido ya que mejoran el confort con respecto a las bañeras de acero. Como inconveniente podemos encontrar que son más caras que las de acero pero como hemos descrito anteriormente, mejorarás la sensación a la hora de bañarte.
- De hierro: Esta opción es mucha más cara que las anteriores y el tacto es frio como las de acero pero con este tipo de bañera podrás conseguir un estilo señorial y sofisticado a tu cuarto de baño.
Ducha
Si al final has elegido la opción de poner un plato de ducha estate atento a lo que a continuación te vamos a decir.
Antes de elegir el modelo que vas a comprar tienes que tener muy en cuenta vuestras necesidades y requerimientos ya que los hábitos de ducha son muy diversos y depende de cada persona así como los cuartos de baños. Además no nos damos cuenta que los platos de ducha tienen otras funciones a parte de la del aseo, son aislantes contra las filtraciones de agua, aportan seguridad contra resbalamientos.
Como en las en la opción de las bañeras, antes de elegir el plato de ducha debemos tener en cuenta las dimensiones de tu cuarto de baño. Si en tu caso cuentas con un espacio pequeño la ducha es la mejor elección ya que cuentas con platos de todo tipo de medidas, colores, diseños, formas, etc.
También como punto a favor en elegir la ducha es su funcionalidad, ya que al estar colocada a ras de suelo tiene un acceso muy fácil facilitando el uso a personas mayores o de movilidad reducida.
En cuanto al estilo, contamos con un gran número de gamas donde podemos encontrar infinidad de combinaciones que van desde modernas hasta vintage, pasando por minimalistas.
Con respecto a los materiales del plato de ducha, podemos elegir entre varios:
- Acrílico: es la opción más resistente, fácil de instalar y limpiar y la más económica.
- Piedra natural: esta opción es bastante menos económica que la anterior pero te dará un estilo rústico y natural a tu cuarto de baño. Como punto fuerte a este tipo de platos de ducha podemos encontrar que la piedra es un material antideslizante muy eficaz.
- Material blando: este tipo de platos son los que están de moda ya que son de un material totalmente deslizante pero con un tacto muy reconfortante.
Como punto principal si aún no te has decantado por el plato de ducha te diremos que esta opción es la más ahorro tiene, ya que la ducha supone un gran ahorro de agua que si utilizamos una bañera para asearnos.
Si en tu casa posees dos cuartos de baño, lo ideal es que elijas en uno la bañera y en el otro la ducha, pero si este no es tu caso, deberás ver y sopesar las ventajas y desventajas de cada una de estas dos opciones y elegir la que mejor se adapte tanto a tus necesidades como a tu cuarto de baño.